domingo, 31 de enero de 2010

📄 Dolor


Cristian Berríos

Me duele la cabeza y se acabaron las tabletas. Si estuviera casado, pediría por favor a mi esposa que fuera a comprar, aunque quizás se enamoraría del farmaceútico. Si yo hiciera la compra, podría conocer a otra en el trayecto, y con mucha fortuna sacarle el teléfono, aún en mis pésimas condiciones. Eso me recuerda seguir soltero y comprar más analgésicos. Si mal no recuerdo, la jaqueca empezó - hace mucho tiempo - cuando recordé las veces que quise casarme.

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