Bertolucci había provocado antes y más con El último tango en París, una cinta donde Brando le hizo dudar sobre si había actuado o no. Brando dijo al director que nunca sabría la verdad, ni notaría la diferencia.
The Dreamers es un film para cinéfilos y Eva Green emerge en ese entonces como una actriz increíble. Siempre que ando despistado, recuerdo la escena donde Michael Pitt duerme en el piso con un libro en la cabeza. Finalmente todos encontramos un lugar en el mundo.
La escena final rompe la atmósfera de la película, a pesar de que los aires revolucionarios avanzan en forma periférica a la trama, basada principalmente en la relación de los tres protagonistas.
Cuando llegamos a los acantilados del mundo, como diría Coppola, las partes o las relaciones se decantan por sus grietas más profundas y permanece lo indivisible.
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