• Remando contra la corriente
Más de tres años han transcurrido desde la lesión en el cuádriceps de la pierna derecha y los posteriores problemas de salud que pusieron en jaque la carrera futbolística y, lo que es muchísimo más importante, la vida de Nicolás Castillo.
En sus pasos por Juventude y Necaxa debió lidiar con todos los costos que acarrea la inactividad. No se encontraba bien físicamente y en estos tiempos es imposible rendir así. Cuando se viven episodios tan graves como una trombosis, y cuatro cirugías de urgencia, es lógico que luego se produzca una descompensación muscular y lesiones menores, asociadas a ella. En el caso de Nicolás fue un problema en la espalda.
Cuando estás a plenitud ni siquiera te das cuentas y controlas sin dificultad un balón que viene "pesado", con largo recorrido. Se acerca un rival a la marca, y te lo sacas con una sutileza, rompes líneas en forma natural. En cambio, si pasa el tiempo y un jugador no suma minutos se produce una disociación entre lo que desea hacer y lo que puede. La mente propone siempre, es ambiciosa, y el cuerpo rinde de acuerdo a las posibilidades. Eso puede generar frustración, inseguridad y sobre todo muchísima bronca.
• La recuperación
Desde octubre de 2022, comenzó a trabajar con el fisioterapeuta Jorge Rivera, en incluso sumó minutos en cancha, con un equipo de Miami. Con el trabajo del profesional, Nicolás recuperó masa muscular, equilibrio y simetría en ambas piernas. Este año, el regreso de Castillo a San Carlos de Apoquindo fue gran una noticia para él y los/as hinchas que recuerdan su último paso por el club, donde se consagró bicampeón y bigoleador. En esa temporada hizo grandes esfuerzos por venir y quedarse a mediados de temporada. Antes de que comenzara a gestar su retorno, el refuerzo elegido era Marcos Riquelme.
En la actualidad, su compromiso ha impresionado gratamente a Nicolás Núñez, con el cual ha podido participar en prácticas de fútbol. En caso de continuar el entrenador, las opciones del delantero de formar parte en el plantel del próximo año son altas. Es un puesto donde Fernando Zampedri ha hecho historia en las últimas temporadas, pero que carece de variantes de nivel. Alexander Aravena es utilizado con frecuencia como extremo y la continuidad de Franco Di Santo está en duda, por el bajo nivel exhibido.
Nicolás Castillo siempre fue un delantero potente, que se manejaba bien con el balón. El primer gol a Iquique en 2016, con una sutileza para meterla al ángulo, lo retrata perfectamente. Su regreso a las canchas sería una buena noticia para Universidad Católica y el fútbol chileno. Es verdad que le gusta el folclore del fútbol y eso genera ruido en la contra, pero se aprende más de las acciones que de las palabras. Ha atravesado un mar de dificultades. Si persevera hasta lograr un anhelo tan largamente esperado sería una lección para cualquiera.
El primer paso podría estar en los partidos de pretemporada.
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