Cristian Berríos
Tras el atentado que sufre Vito Corleone en la primera parte de El Padrino, la relación con su hijo Michael, el nuevo jefe de la familia, se hizo más estrecha. En una de sus conversaciones, explica que se había negado a bailar con la música de los poderosos, a ser un títere al servicio de patanes.
Décadas antes, Vito conoce a uno de esos primeros personajes abusivos del bajo mundo, Don Fanucci. La comunidad donde Vito reside venera a Don Fanucci como si fuera una gran autoridad. Un día ingresa a la tienda donde Vito trabaja como dependiente y solicita que su sobrino sea contratado, lo cual provoca el despido del patriarca de los Corleone.
Luego de quedarse sin empleo, Vito se dedica al robo en compañía de Clemenza y Tessio. Sin embargo, deben pagar tributo a Don Fanucci. En una reunión, Vito les ofrece deshacerse de Don Fanucci y les advierte que le deberán un favor. Esto explica que Clemenza y Tessio fueran posteriormente capos que trabajaban para la familia Corleone.
Hay una escena eliminada de la película donde Don Fanucci es atacado por una pandilla. Esto explica que Vito considerara a este falso "Don" un extorsionador y cobarde poca monta, sin conexión alguna con las familias influyentes en Sicilia. En la película, esto se da a entender cuando Vito entrega sólo una parte del tributo solicitado por Don Fanucci y este, en lugar de mantenerse firme, como lo haría un auténtico mafioso, acepta e incluso promete encontrarle un mejor trabajo.
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